EL CONOCIMIENTO SOBRE SU EDIFICIO DE LOS PROPIETARIOS DE UNA COMUNIDAD

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El conocimiento sobre su edificio de los propietarios de una comunidad ¿es un derecho o una obligación? ¿Un privilegio o una condición?

Vivir en comunidad nos proporciona experiencias tanto positivas como negativas que permiten tener NUESTRA OPINIÓN sobre cómo funciona NUESTRA COMUNIDAD.

Esto significa que la transmisión de la información que sobre ella podamos hacer a un nuevo vecino que se incorpore diferirá de la que pueda hacerle cualquiera de los copropietarios restantes con los que compartimos edificio. Admitámoslo, nuestro conocimiento no siempre es objetivo.

Con más frecuencia de la deseada acaban escuchándose en las juntas de vecinos frases similares a: “…Tú no tienes ni idea; mi opinión cuenta más porque llevo 30 años en este edificio y lo sé todo sobre él…”- dirigiéndose el propietario más veterano al propietario recién incorporado a la comunidad que baja a su primera junta con mucha ilusión pretendiendo aportar su humilde opinión…

¿Es que vale más el voto del propietario más veterano que el del último recién incorporado a la comunidad?  Tajantemente no:  la antigüedad no da más derechos en una comunidad.

Que el nuevo propietario carezca de información sobre el edificio por propia experiencia no significa que no pueda disponer del suficiente conocimiento sobre él. Es más, tiene derecho y obligación de ello. Todo propietario está obligado a conocer el deber de conservar que asume con su comportamiento adquisitivo (LMCECM, art. 22).

Pero además, el conocimiento resulta imprescindible para opinar con rigor y confianza sobre cualquier asunto en general; máxime cuando se trata de tomar decisiones sobre asuntos de interés común. Y cuanto más ecuánime y generalizado sea, mejor. Se favorecerá el consenso y la optimización de los recursos de tiempo, dinero y bienestar tanto de los propios propietarios como de la comunidad.

¿Cómo es posible? Todo comienza por garantizarse la libre disposición a todos y cada uno de los propietarios de la información sobre el edificio más clara, completa y veraz. Sólo así los mensajes sobre todo cuanto ocurra en él se transmitirán de forma clara y directa evitando dar lugar a confusiones o malos entendidos en cualquier acto de comunicación y ésta será realmente efectiva.

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